domingo, 19 de enero de 2020

La zona íntima, ¿con vello o sin vello?


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Estética e higiene atraviesan este tema que recientemente salió de la intimidad para convertirse en un asunto de opinión pública.
La zona íntima, ¿con vello o sin vello?
En las primeras pinturas que se hicieron de la mujer, todo su vello púbico era visible. Pero de la misma manera en que las modas de ropa o perfumes varían con el tiempo, desde los años 90 el pelo empezó a ser mal visto. Los desnudos femeninos se convirtieron en figuras lampiñas y quien no se depilará era sinónimo de lo antiestético o de falta de higiene. Para algunas corrientes feministas, este es un sufrimiento sexista del que ellas deberían emanciparse.
Cameron Díaz y Madonna fueron los símbolos de una campaña lanzada a comienzos de este año que promovía la ‘naturalidad’ del pubis. Posaron con sus axilas peludas, como manifestación, y el mundo las miró. En el mismo contexto, la revista British Medical Journal publicó un estudio en el que se comprobaba que remover todo el vello púbico aumentaba el riesgo de infecciones y la polémica pasó del ámbito estético al de la salud.
Para el doctor Bernardo Castro, médico dermatólogo de la Universidad de la Sabana y de la Universidad de Barcelona, “lo importante en esa zona es mantener siempre una buena higiene. Entre menos sitios haya donde se puedan quedar los gérmenes, mejor. No solamente es la depilación, esto tiene que ver sobre todo con los hábitos de higiene para mantener esa piel sana”.
Distintos métodos de depilación están hoy disponibles para hombres y mujeres. Las cuchillas, la cera y ahora el láser son las opciones más frecuentes entre ambos sexos porque resulta que a ellos también siguen la tendencia de quitarse el vello púbico. “No es una conducta homosexual, muchos hombres consideran atractivo quitarse el vello o lo hacen por pedido de su pareja, es una decisión de pareja”, explica el sexólogo Javier Sánchez. Y agrega: “No hay que hacer nada por moda sino por gusto, porque esa acción me va a traer algo positivo con mi pareja. Si se hace de esta manera, seguro no tendrá nada de malo, claro tomando las precauciones higiénicas para que no vengan consecuencias, pues está claro que este vello cumple una función en el cuerpo”.
“Hoy la idea de lo deseable es ser lampiño: antes el hombre velludo era un macho alfa, era visto como el más varonil, pero hoy la publicidad y la televisión lo han reducido a un ordinario. Igual pasa con el cuerpo femenino, quien no elimine el vello es descuidada y hasta sucia. El único rastro piloso tolerable está en las pestañas, las cejas y la cabellera. ¿Es la ausencia de pelo un signo de belleza?”, se pregunta Gabriela Grynblat, sexóloga argentina.
¿Más placer?
Según estudios antropológicos, el vello púbico servía para calentar la zona cuando no se empleaban más que algunas pieles para vestir. Sexólogos consultados por esta revista explican que “la utilidad del vello no es otra que proteger los genitales externos, evitar infecciones y enfermedades contagiosas”. ¿Más o menos placer? La sexóloga Martha Medina aclara que el placer no depende de estar depilados o no. Sin embargo, aclara que “en la base de los vellos están las glándulas que segregan feromonas, sustancias que estimulan el deseo sexual masculino”.
Según un estudio realizado por el Hospital Alpe Maritimes de Francia, “la depilación del vello púbico responde a una moda, no a un requerimiento o a una conducta que favorezca las relaciones y el placer”. Por eso ha surgido una corriente que promueve conservar el vello en esa zona. La actriz Cameron Díaz aboga por el mantenimiento del vello púbico como una medida higiénica: “No olvidemos que la especie humana estaba cubierta de pelo, y aunque ahora solo lo tenemos en algunas zonas, este vello se ha mantenido con un propósito”.
Las esteticistas revelan que a pesar de que muchas insistan en dejarse el vello, crece el número de personas que no lo consideran sexy. Según varios centros de estética, todas las mujeres se hacen algún tipo de depilación: un triángulo, la brasileña o la total. Otras apuestan por formas más extravagantes como rombos, estrellas, corazones o el escudo de algún equipo del que su pareja sea fanático.
Cifras
– 78% de las mujeres considera innecesario depilarse
– 56% de los hombres no le otorgan importancia al tema.
Destacado
En los años 70 el ideal de belleza era muy diferente: las mujeres más voluptuosas y sin depilar eran las más cotizadas. Hoy el vello púbico es sinónimo de algo antiestético.

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