1. Distraerte un poco. Deja de
pensar por un momento en el problema que te aqueja. Entre más pienses mientras
estás estresado menos vas a poder llegar a buenas soluciones. Para mi las
mejores respuestas a mis problemas me llegan mientras estoy dormida,
descansando, haciendo ejercicio o haciendo algo que me gusta como andar en
bicicleta. Trata de hacer algo que te gusta antes de irte a dormir.
2. Escribe tus preocupaciones con
probables opciones y déjalas en un papel lejos de tu cama para que las atiendas
hasta el día siguiente. Cuando te vas a dormir con todas las preocupaciones en
tu cabeza lo más probable es que no te puedas dormir porque te llevas a la cama
todos tus pendientes. Una vez que los escribes los dejas en santa paz hasta el
día siguiente.
3. Usa remedios caseros. Puedes
tomar té de tila que es relajante o hasta una copa de vino para dejar los
problemas a un lado por un momento.
4. Oler aromas relajantes. Estudios
hechos en Japón dicen que una substancia llamada linalool que se encuentra en
mangos, limones, lavanda y albaca reducel los niveles de inflamación en la
sangre. Con tan solo oler esencias de estas plantas te puedes sentir mucho más
relajado.
5. Practica Meditación. 10 ó 15
minutos pueden ser suficientes para poner la mente en blanco, inicialmente
puedes empezar con un tiempo más corto y extender la duración en lo sucesivo,
una vez que se ha alcanzado un buen ritmo de disfrute, la práctica puede ser gradualmente
alargada.
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