jueves, 2 de agosto de 2018

Lo natural es bueno, pero estos 9 problemas la vitamina E los resuelve mejor que los remedios

Son muchas las sustancias que el ser humano necesita para mantenerse sano y en magnífico estado físico. La vitamina E es una de ellas, muy conocida por todos los que comienzan a preocuparse por los estragos de la vejez.


Lo natural es bueno, pero estos 9 problemas la vitamina E los resuelve mejor que los remedios

Salud  22427 Visitas
Son muchas las sustancias que el ser humano necesita para mantenerse sano y en magnífico estado físico. La vitamina E es una de ellas, muy conocida por todos los que comienzan a preocuparse por los estragos de la vejez.
¿Qué es la Vitamina E?
Comprende un conjunto de ocho clases de moléculas que se dividen en los Tocoferoles y los Tocotrienoles. El Alfa-Tocoferol, siendo este su nombre científico, es lo que se conoce propiamente como Vitamina E. Es del tipo liposoluble, diluyéndose en materia grasa y aceites, y se almacena para ser utilizada cuando sea necesaria. Normalmente se acumula en sectores donde se generan más radicales libres, como las membranas mitocondrianas y tejidos del corazón y pulmones.
Se obtiene a través de alimentos ricos en esta vitamina, por medio de los complejos vitamínicos o cápsulas concentradas.
La vitamina contiene múltiples propiedades que sirven para combatir enfermedades y el deterioro generado por el transcurso del tiempo. Popularmente es conocida como “La Vitamina de la Juventud” siendo su función principal el mejoramiento del aspecto de la piel. Además de esto, es antioxidante, colabora en el funcionamiento regular de los órganos, la coagulación y el sistema inmunológico.
¿Para qué sirve la Vitamina E?
Esta vitamina cumple importantes funciones en el organismo del ser humano, estas son:
Antioxidante. Cuida a los tejidos, células y órganos de los daños producidos por los radicales libres. Al oxidarse en el organismo, resguarda de la ruptura por oxígeno a otras sustancias liposolubles, como la necesaria vitamina A. Su función antioxidante es primordial para los pulmones, donde las células tienen mayor exposición al oxígeno. Protege a los glóbulos blancos y rojos del organismo, por lo que es promotora del sistema inmunológico. Ayuda en la absorción de la vitamina K.
Anticoagulante. Impide que la sangre se coagule dentro de los vasos mediante el ensanchamiento de los mismos.
Reguladora hormonal. Contribuye en el progreso normal del sistema nervioso y endocrino, ayudando en el equilibrio hormonal. En las mujeres regula la menstruación y la sintomatología del Síndrome Menstrual, también disminuye los riesgos de aborto. En los hombres se le atañe a la fecundidad mediante la movilidad de los espermatozoides. Al mismo tiempo reduce la retención de líquidos, la fatiga, la ansiedad, los cambios en la piel y las alergias.
Beneficios de la Vitamina E
Al ser antioxidante protege al organismo de los agentes dañinos que causan la degeneración y muerte de células y tejidos. De tal forma evita la formación de arrugas y retrasa los síntomas del envejecimiento.
Combate las infecciones y enfermedades víricas por su efecto en el sistema defensor del cuerpo.
Ayuda en la cicatrización, curación de heridas y quemaduras, ya que provoca el desarrollo de colágeno y fibras elásticas.
Ayuda al organismo en la absorción de otras vitaminas necesarias como la A y la K.
Es protectora de las membranas de órganos como los pulmones, corazón, hígado y cerebro, también de los sistemas nervioso y cardiovascular.
Es diurética y reduce los calambres y la fatiga causada por problemas circulatorios.
Nivela el azúcar en la sangre, resultando de utilidad en personas diabéticas.
Alimentos ricos en Vitamina E
Frutos secos: maní, nueces, almendras y avellanas.
Semillas: girasol, calabaza, chía.
Aceites vegetales: maíz, girasol, soya, germen de trigo, cártamo, oliva.
Cereales integrales: germen de trigo, avena, cebada.
Pescados azules: arenque, pez espada, trucha.
Hortalizas de hoja verde: espinacas, brocoli, acelgas.
Frutas: papaya, aguacate.
Yema de huevo, leche y margarina.
Vitamina E para la piel y cabello
La piel y el cabello son la carta de presentación de cualquier persona, por lo que conllevan tantos cuidados. Esta vitamina es muy popular en cuanto a belleza y lozanía se refiere, debido a sus funciones antioxidantes. La piel y el cabello son los más beneficiados, ya que evita el envejecimiento, resequedad y pérdida del cabello.
Piel
La piel es como un álbum de recuerdos del ser humano, ya que en ella se evidencia el paso de los años. Marcas como estrías causadas por embarazos, aumentos o pérdida de pesos, cicatrices, arrugas, lunares, etc., pueden mejorarse usando vitamina E.
Esta vitamina promueve la elasticidad de la piel y mejora las bases para la hidratación. Logra que la piel luzca lozana al reducir inflamaciones celulares. Favorece la regeneración más veloz de los tejidos deteriorados por la exposición al sol, humo, contaminación o incluso acné.
Cabello
La vitamina ataca a los radicales libres que dañan el cuero cabelludo, conservando saludables los folículos pilosos. Estimula la circulación de la sangre en la zona, regula el pH del cuero cabelludo y la excesiva producción de aceite. Estas funciones evitan la caída, picazón y la formación de caspa, generando un crecimiento sano y fuerte de la cabellera.
Una forma práctica de gozar de los beneficios de la vitamina E, es aplicándola directamente sobre la piel o el cabello. Existen muchas cremas para la piel, acondicionadores para el cabello y tratamientos que pueden ser usados. Sin embargo, siempre es importante informarse con el especialista antes de utilizar cualquier producto.
Vitamina E contra enfermedades
Además de ser muy utilizada en el campo de la belleza, tiene muchas propiedades que ayudan a combatir varias enfermedades.
En combinación con otras sustancias y minerales, disminuye las posibilidades de desarrollar cáncer de vejiga, colon, recto, próstata y piel.
Disminuye la artritis reumática, la degeneración macular y las posibilidades de desarrollar alguna enfermedad cardíaca.
Ayuda en la prevención y control del Parkinson.
Frena o reduce el avance del Alzheimer.
Evita que las plaquetas sanguíneas se agrupen, por lo tanto reduce los riesgos que puedan dañar las arterias.
Previene la hipertensión protegiendo el cuerpo de moléculas dañinas como los radicales libres.
Produce mucha energía en personas de cualquier edad, por lo que ayuda a optimizar el rendimiento físico.
Vitamina E contra el envejecimiento
Esta vitamina no solo combate la vejez externamente, sino que también lo hace desde el interior. Restituye las arrugas y manchas en la piel ocasionadas por el sol y los años. Mejora la elasticidad, humedad y textura de la piel evitando así enfermedades muy habituales. Por otra parte, permite que el sistema inmune se mantenga fuerte y luchando contra enfermedades y la vejez celular. Previene complicaciones cardiovasculares y protege a algunos órganos que puedan debilitarse con los años. Fomenta la formación de colágeno y fibras elásticas que previenen los problemas de vista, como la degeneración macular.
Presentación en cápsulas
La forma habitual de obtener esta vitamina es a través de los alimentos. Pero hoy en día la vitamina E también puede encontrarse en cápsulas concentradas, garantizando así el consumo completo de ella.
La presentación en cápsulas consta de una pastilla con envoltura suave, normalmente de color amarillo o ámbar. Cada cápsula contiene 400 Unidades Internacionales (UI) de vitamina, lo que equivale a 268 miligramos.
Dosis recomendada
El Consumo Diario Recomendado (CDR) de vitaminas depende de factores como el sexo y la edad. También influyen periodos como el embarazo, la lactancia o algunas enfermedades:
Lactantes de 0-6 meses son 4 mg al día; de 7 meses a un año corresponden 5 mg diarios.
Niños de 1-3 años 6 miligramos; de 4 a 8 son 7 mg; y de 9 años a 13 son 11 mg por día.
En adolescentes y adultos, a partir de los 14 años, corresponden 15 miligramos de vitamina al día.
La misma dosis se le recomienda a las adolescentes y mujeres embarazadas.
Mientras que en adolescentes y mujeres en periodo de lactancia se les recomienda el consumo diario de 19 miligramos.
Estas dosis pueden variar para personas con un nivel de vida más activo, como los deportistas.
Para adultos la dosis diaria máxima segura es de 1500 UI de vitamina E en forma natural. Y de 1000 UI diaria en forma sintética.
Es importante mantener siempre un control médico y realizar consultas relacionadas con el consumo necesario de las vitaminas.
Contraindicaciones
La vitamina E es poco perjudicial para la salud al ser ingerida oralmente o cuando se aplica sobre la piel. Aún así, si se consume por largos periodos o en grandes cantidades, puede ocasionar problemas de coagulación sanguínea. Mientras que un déficit de vitamina puede producir anemia.
Las personas hemofílicas que toman anticoagulantes o que sufren de hemorragias, no deberían consumirla. Como también las que padecen de alguna enfermedad cardíaca o diabetes no deben excederse de los 400 UI al día.
Los síntomas de una sobredosis serán comezón, nauseas, dolor estomacal, diarrea, debilidad, dolor de cabeza, visibilidad borrosa, hemorragias y hematomas.
Recomendaciones
vitamina E
Una dieta equilibrada en minerales, nutrientes y vitaminas será el mejor método para evitar enfermedades y retrasar el envejecimiento.
Antes de hacer uso de algún suplemento vitamínico se debe consultar a los doctores especialistas.
Los suplementos no son el sustituto de la alimentación. Solo sirven para completar las dosis diarias recomendadas de minerales y vitaminas para una dieta balanceada.
Las cápsulas de vitamina E pueden usarse vía oral o directamente sobre la piel. Sin embargo se debe revisar los otros componentes que conforman la cápsula para evitar reacciones alérgicas a los mismos.
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