RECETA
Más sencilla de hacer, no puede ser. Todavía no me explico como es que, siendo una fan confesa, de la leche condensada, hasta hace solo unos días no tuve curiosidad por saber como se hacía esta pequeña debilidad mía. Estoy por dejar que se me caiga la cara, de purita vergüenza.
Esta claro que puestos a ir al supermercado, nos resulta mucho más cómodo estirar la mano y coger el bote de leche condensada ya hecha, que estirar la mano y coger leche en polvo por un lado yazúcar por otro, para después cocinarla en casa y sinceramente tampoco se si nos ahorramos ni unos céntimos por ser casera; pero tengo que reconocer que es un gustazo poder servirnos unas cucharadas con el café y poder presumir de haberla hecho nosotros mismos.
Los ingredientes
350 gramos de leche en polvo, 500 gramos de azúcar, 200 ml de agua
La preparación de la leche condensada
En una olla ponemos la leche el azúcar y el agua.
Removemos y ponemos al fuego muy bajito, dejamos que se vaya calentando mientras removemos constantemente con las varillas.
No tenemos que preocuparnos si al principio parece que se forma una bola, si seguimos removiendo vemos enseguida como se deshace todo. Dejamos en el fuego mientras removemos hasta que veamos que tiene la consistencia que nos gusta. Aunque tenemos que tener en cuenta que cuando se enfría se espesa un poquito más.
No debemos dejar que llegue nunca a ebullición, ya que se trata de calentar el agua para que la leche y el azúcar se disuelvan en ella todo lo posible, no tenemos que cocer nada.